20 sept 2008

El descanso


SEGÚN LAS ESTADÍSTICAS, UNA DE CADA TRES PERSONAL PADECE DE PROBLEMAS PARA DORMIR. PERO ESTO NO SIGNIFICA QUE ESTEMOS ^ABLANDO SOLAMENTE DE INOMNIO. EXISTEN DIECISIETE TIPOS DISTINTOS DE DESORDENES DEL SUEÑO Y EN ESTA NOTA INVESTIGAMOSA CADA UNO DE ESTOS ENIGMÁTICOS OBSTÁCULOS DEL DESCANSO.


Dormir es tan viejo como el hombre mismo: forma parte del ciclo vital natural, y bien sabido es por la cultura popular que tan importante es la actividad que se realiza en las horas de vigilia como mientras dormimos. Es el tiempo de i encuerar energías, de dar tregua al sistema nervioso que recibe estímulos y les da respuesta permanentemente, de secretar hormonas vitales para nuestras funciones orgánicas... También son conocidos los estragos del mal dormir, llevando en casos extremos en los que el sueño es interrumpido o impedido en forma constante, a gravísimas alteraciones psicofísicas.


Trastornos del descanso


Desde hace unos 20 años se ha comenzado a identificar y ca­racterizar muchos de los trastornos del sueño, aquellas disfun­ciones que nos impiden acostarnos y tras una noche reparadora levantarnos llenos de energía a la mañana siguiente. Gran par­te de los conocimientos científicos sobre el tema provienen de estudios hechos en "laboratorios del sueño" en los que el pa­ciente se acuesta a dormir, tal v como lo haría en su casa, sólo que su sueño (y las alteraciones de és­te) son controlados con sensores de diverso tipo conectados a su cuerpo.


Los trastornos que se presentan en las horas de reposo pueden clasificar­se dentro de una de dos grandes cate­gorías: las disomnias y las parasomnias. Simplificando definiciones, po­dríamos decir que las primeras son trastornos del sueño propiamente di­chos, mientras que las segundas son situaciones no deseables que se pro­ducen durante las horas de sueño. Hay muchas disomnias identificadas hasta el momento: la narcolepsia, las apneas del sueño, el síndrome de la muerte súbita infantil, el síndrome de las piernas inquietas y el insomnio.

Entre las parasomnias más comu­nes podemos enumerar el tenor noc­turno, el sonambulismo, el hablar "dormidos", las pesadillas, la parálisis del sueño, la enuresis nocturna y el bruxismo.

16 sept 2008

Solucionar el problema del insomnio


Millones de personas en el mundo experimentan de una u otra forma insomnio. En general, se considera que una perso­na padece de insomnio cuando no logra conciliar el sueño, ya sea al momento de acostarse o cuando a las pocas horas de haberse dormido, despierta. Incluso algunas personas se des­piertan varias veces durante la noche, hasta el amanecer.


El insomnio temporal puede estar asociado con alguna enfer­medad o con un trastorno emocional, como la ansiedad, la de­presión, la preocupación por determinada situación o cierta in­quietud. En su caso más grave se le conoce como apnea del sue­ño, una enfermedad en la que el paciente al estar dormido deja de respirar momentáneamente, ronca, resopla y luego se des­pierta para respirar. Esta secuencia generalmente se repite va­rias veces durante la noche y requiere de atención médica.


Sin embargo, en la mayoría de los casos en los que se padece de insomnio, las causas son realmente simples: el consumo de demasiada cafeína, escasa actividad durante el día o ten­sión nerviosa (esta última irónicamente provocada a menudo por la preocupación de no poder dormir). Si en tu caso, el insomnio es común, puedes tomar las si­guientes medidas:


Consejos para solucionar el problema del insomnio


• No consumas en exceso té, café o refrescos que contengan cafeína.

• Cena algo ligero, si es posible fruta, y procura que no sea muy tarde.

• Realiza ejercicio con frecuencia. No sólo te servirá para aliviar el estrés que has acumulado durante el día, además tu cuerpo estará más fatigado y el cerebro exigirá que se recupere.

• Antes de acostarte, procura bañarte con agua caliente.

• Toma un vaso de leche tibia antes de acostarte. Diversos es­tudios indican que la leche contiene una sustancia llamada triptofano que propicia la relajación y el sueño.

• Una vez en la cama, procura leer algo que te resulte difícil o aburrido (evita lecturas relacionadas con tu trabajo o nove­las de suspenso).

• Aumenta la frecuencia de tus relaciones sexuales. Por lo ge­neral, en nosotros los hombres el orgasmo produce un efecto sedante a los pocos minutos de que éste ocurre.

• Si no logras conciliar el sueño aproximadamente a los 10 minutos de haberte acostado, levántate y camina, o realiza cualquier actividad hasta que sientas somnolencia.

• Es importante no tomar pastillas para conciliar el sueño a me­nos que tu médico así lo indique, ya que pueden crear adicción o a la larga, empeorar tu estado de insomnio.