En un simposio especial auspiciado por la Asociación de Sociedades Profesionales del Sueño (APSS), los expertos afirmaron: "el insomnio es como la fiebre: no es una enfermedad sino un síntoma" Sus manifestaciones pueden ser distintas: dificultad para conciliar el sueño, no lograr un sueño de buena calidad, despertar durante la noche o despertar demasiado temprano. Las causas son diversas, alrededor de la tercera parte de quienes deciden consultar para resolver este problema, padecen trastornos psicológicos de distinta gravedad, como por ejemplo la depresión.
Como se trata el insomnio
Así como las causas son diversas, lo son las distintas maneras de abordar su tratamiento. En algunos casos se debe acudir al médico, quien puede prescribir desde ansiolíticos hasta hipnóticos. Los primeros suelen recetarse en casos de personas muy estresadas, o con síntomas de angustia moderada. Los hipnóticos, en cambio, son inductores fisiológicos del sueño y no dejan secuelas en el estado de ánimo. La persona duerme, y al día siguiente vuelve a tener el problema de conciliar el sueño. No actúa sobre el problema anímico en sí.