Para algunas personas, dormir es una perdida de tiempo. Prefieren tener una agenda repleta de compromisos empresariales y sociales, y se entregan al sueno solo cuando están completamente agotadas. En cambio, otras que pasan noche tras noche en vela dando vueltas en la cama hasta la madrugada darían lo que fuera por dormir bien.
A que se debe que a algunos les cueste tanto dormir, mientras que a otros les obsesiona seguir despiertos? Es el sueno un lujo, o una necesidad? Para responder a estas preguntas, primero debemos entender lo que ocurre cuando dormimos.
Los misterios del sueno Todavía se desconoce el mecanismo preciso mediante el que se pierde la conciencia y se inicia el sueño. Lo que si ha comprobado la ciencia es que el sueno es un complejo proceso regulado por el cerebro y que obedece a un reloj biológico con un ciclo de veinticuatro horas.
Al ir pasando los años, los patrones de sueño cambian. Los recién nacidos duermen periodos cortos pero frecuentes que llegan a sumar dieciocho horas al día. Según los especialistas del sueño, mientras que algunos adultos parecen tener suficiente con tres horas de descanso diarias, otros necesitan dormir hasta diez horas.
Ciertas investigaciones recientes también han demostrado que las variaciones de nuestro reloj biológico aclaran por que a algunos adolescentes les cuesta tanto levantarse por la mañana.
Al parecer, el reloj biológico se adelanta durante la pubertad, razón por la cual muchos jóvenes quieren acostarse mas tarde y levantarse también mas tarde. Este atraso en el patrón de sueno es común y tiende a desaparecer a partir de los 16 anos.
A nuestro reloj biológico lo regulan ciertas sustancias químicas, muchas de las cuales ya se han identificado. Una de ellas es la melatonina, hormona que el cerebro produce y que, según se cree, induce al sueno. Algunos científicos opinan que es la causante de la desaceleración del metabolismo que tiene lugar antes de dormirnos.
Cuando se libera melatonina, disminuyen tanto la temperatura corporal como el riego sanguíneo del cerebro, y los músculos pierden poco a poco su tonicidad y se vuelven flácidos. Que sucede a medida que descendemos al misterioso mundo del sueno?